En el Perú, existe una gran variedad de tipos de charango, siendo actualmente las ciudades de Cuzco, Ayacucho y Puno los bastiones donde su uso es masivo; en las áreas rurales se encuentran también charangos fabricados de diferentes materiales y maderas, variados números de cuerdas, diferentes tamaños y formas. En Lima, donde se dan también las manifestaciones culturales de todo el país, este instrumento es muy utilizado tanto en el folclore nacional como en grupos y orquesta de música moderna; actualmente se usan el charango ayacuchano y el puneño como referentes
En Bolivia, desde los años sesenta del siglo XX, se han vuelto populares tres tamaños: el walaycho (50 cm), el charango (quirquincho o urbano) (60 cm) y el ronroco (75 cm). Otros tamaños se dan como variaciones regionales, o como resultado de experimentos acústicos de ciertos intérpretes. Las variaciones en tamaño van desde la mitad de un walaycho, hasta el de una guitarra española. En Bolivia, los artesanos del charango han desarrollado un gran número de diseños, que varían de la esbelta forma en ocho hasta modelos estilizados y angulares. Incluso han desarrollado modelos similares a la guitarra eléctrica.
Por lo general el charango tiene cinco órdenes dobles, es decir, cinco pares de cuerdas, aunque en Perú, en la zona de Ayacucho, se estila cuatro órdenes simples: dos a cada extremo, y uno doble, "octaveado", en medio. Los de caja cavada (o "laukeado", por su parecido al laúd), son más comunes en la zona de Bolivia, mientras que en Perú son laminados, por lo que comúnmente se dice que parece una pequeña guitarrilla. Pero por la inmensa variedad de tipos de charango, no se pueden generalizar las características de construcción.
Eduardo Sandoval
Master Couch en PNL Avanzada e Hipnosis
Comunicador Social y MusicoEducador
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